Recordando y sintiendo

El tiempo es infinito, al igual que el universo.
El pasado, tan solo existe en nuestra mente.
El presente, el presente es lo más maravilloso que tenemos,
es la magia de la vida, es el hoy, el ahorita, es lo único que en realidad tenemos.
Mientras que el futuro, no es otra cosa más que una simple fantasia, un deseo que llevamos muy pero muy dentro de nuestro corazón.

Con aquella dulce esperanza, acompañada de una dulce melodía,
así, así es la vida, tan misteriosa tan inofensiva.
Que en ciertos momentos, parece que se detiene el tiempo,
todo es tan relajante, todo es tan suave.

Nuestros recuerdos, las alegrías, las tristezas, aquellas hermosas sonrisas
al igual que el agua dulce y cristalina que en ocasiones caía por nuestras mejillas.
Todo esto es la vida, y cada uno de esos recuerdos es parte de nuestro ser,
lo que nos identifica, lo que nos ayuda y no nos deja desfallecer.

Y aunque llegue el final, no perderemos la esperanza jamás, ese hermoso destello de luz,
que se fija en nuestros ojos y se adentra en nuestro interior, hasta llegar al núcleo
de nuestra alma, hasta llegar al más allá.